Descubre la diferencia entre redundancia y pleonasmo

Aprendiendo la redundancia y pleonasmo

A veces, cuando hablamos o escribimos, decimos o expresamos cosas para afianzar o recalcar una idea anterior al máximo, aunque no sea necesario hacer esta añadidura.

Algunas personas no ven muy bien que utilicemos palabras demás para explicar algo que ya se sabe de antemano por lo que venimos conversando. Sin embargo, hay ocasiones en las que las explicaciones extras resultan atractivas y coloquialmente aceptadas.

En este artículo, vamos a hablar de dos de estas figuras, llamadas redundancia y pleonasmo. Vamos a entender el concepto de cada uno de estos términos, veremos cuáles son sus usos y ampliaremos el conocimiento con una serie de buenos ejemplos.

Aprendiendo la redundancia y pleonasmo

¿Qué es la redundancia?

Una redundancia se entiende como la repetición o utilización innecesaria de una palabra, idea o expresión dentro del marco de lo que se está hablando o escribiendo.

Podemos entender que en la redundancia también se reiteran los datos que ya han sido incluidos en un mensaje, expresándolos de otra manera, aunque no haga falta para entender la idea completa.

Dentro de la redundancia, la información añadida a una idea expresada con anterioridad no aporta nada nuevo, por lo que se puede predecir fácilmente, siendo que sólo se está reiterando lo que se supone de manera tácita o explicita.

Es bueno saber que, aunque la redundancia no sea una figura elegante,  se usa comúnmente y con mucha aceptación en varias naciones de habla hispana, como la misma España, por ejemplo, en donde forma parte de la jerga del día a día.

Vamos a ver cuál es la diferencia entre las palabras “haya”, “halla”, “aya” y “allá” siguiendo este enlace.

¿Qué es la Pleonasmo?

En el pleonasmo se emplean uno o varios vocablos que no hacen falta para darle el significado completo a la oración, pero que podrían ayudar a darle algo de atractivo y sonoridad a lo que se está diciendo.

En el pleonasmo se utilizan, de manera reiterada, vocablos o familias de sinónimos, frases hechas y conceptos que hacen que la idea de la oración se vuelva recargada y superflua.

Descubre la diferencia entre sigla y acrónimo siguiendo este post.

Ejemplos de redundancia

A continuación, vamos a ver algunas expresiones claramente redundantes que, por lo demás, muchas personas dicen casi de manera inconsciente:

  • Bésame con besos de tu boca
  • Subir arriba
  • Salir afuera
  • Entrar adentro
  • Bajar abajo
  • Verla con mis propios ojos
  • Aplaude con las manos
  • Barriendo con la escoba
  • Calzar el zapato
  • Cuchillo para cortar
  • Descargar la carga
  • Dentífrico para dientes
  • Regalo gratis
  • Repetir de nuevo
  • Repetir otra vez
  • Regla para medir
  • Réplica exacta
  • Supuesto hipotético
  • Se acaba de acabar
  • Sombrero para la cabeza
  • Testigo presencial
  • Volver a repetir
  • Ven aquí

Aprende todo lo que tiene que ver con el uso del punto y coma con este interesante articulo.

Conociendo la redundancia y pleonasmo

¿Cuáles son los usos del pleonasmo?

El pleonasmo, cuando se usa de manera inconsciente se toma como un error del hablante o del escribiente, pero también puede ser utilizado como una herramienta retorica si lo que se quiere es llamar la atención de manera intencional.

a) Esto significa que el pleonasmo no siempre es reprobable, puesto que puede funcionar para darle algo de empuje a la expresión.

Esto se puede ver claramente en el siguiente ejemplo que se refiere a un cartel de publicidad que se puede encontrar en cualquier parte de la cuidad:

  • Vendemos los mejores tacos mexicanos.

Mientras tanto, entérate de la diferencia entre las palabras “ay”, “hay” y “ahí” siguiendo este link.

b) Otro uso del pleonasmo que puede considerase como aceptable está en que, a través de él, podemos estar totalmente seguros de que el receptor de un mensaje entendió su significado sin lugar a dudas.

Por ejemplo:

  • Quiero que te subas arriba de eso y te quedes allí estático sin moverte.

c) El pleonasmo se puede usar para darle un final a una frase que, es caso de no utilizarse, sonaría como incompleta.

Por ejemplo:

  • En vez de decir “¡Come!”, podemos decir “¡Comete la comida!.

Aprende a usar las preposiciones adecuadamente con los consejos de este post.

d) En la poesía y en las canciones el pleonasmo se utiliza mucho para darle realce y belleza a ciertas frases. Así podemos ver el siguiente ejemplo:

  • Bésame con tur labios rojos color carmesí.

d) Con los pleonasmos, aunque suene contradictorio, también podemos aclarar frases que podrían considerarse como ambiguas.

Por ejemplo:

Aunque todos los túneles son subterráneos, podemos decir “túnel subterráneo” a los que se encuentran por debajo de la ciudad, como los del metro, en vez de referirnos a aquellos que se excavaron para atravesar una montaña a nivel del suelo.

Puedes aprender la diferencia entre las palabras “esta”, “está”, “este” y “esté” dándole lectura a este artículo.

¿Cuáles son los pleonasmos más frecuentes?

Entre los pleonasmos que más hemos escuchado a lo largo de nuestras vidas se encuentran los siguientes:

  • Abajo suscrito
  • Acceso de entrada
  • Accidente fortuito
  • Actualmente en vigor
  • Adelantar un anticipo
  • Al final del todo
  • Ambos dos
  • Amigo personal
  • Antecedentes previos
  • Años de edad
  • Asomarse al exterior
  • Aterido de frío
  • Autopsia de un cadáver
  • Autoridad constituida
  • Autosuicidio
  • Bajar abajo
  • Base fundamental
  • Beber líquidos
  • Bifurcarse en dos direcciones
  • Breve resumen
  • Buena ortografía
  • Buena panacea
  • Caída accidental
  • Cállate la boca
  • Campus universitario
  • Cáncer maligno
  • Casualidad imprevista
  • Cita previa
  • Cielo celeste
  • Círculo redondo
  • Clímax máximo
  • Comicios electorales
  • Completamente abarrotado
  • Conclusión final
  • Conocer por primera vez
  • Constelación de estrellas
  • Coordinadas entre sí
  • Crespón negro
  • Delito penal
  • Deambular sin rumbo
  • Desenlace final
  • Divisas extranjeras
  • Doblar a muerto
  • Edad longeva
  • Efluentes líquidos
  • Ejemplo práctico/paradigmático
  • El protagonista principal
  • Embajada extranjera
  • En vías de desarrollo
  • Entrar adentro
  • Entrar dentro
  • Entrar para adentro
  • Erario público
  • Erradicar de raíz
  • Error involuntario
  • Especial hincapié
  • Estafeta de correos
  • Exportar a otros países
  • Falso pretexto
  • Favorito a priori
  • Funcionario público
  • Gato felino
  • Genocidio colectivo
  • Gramos de peso
  • Gritar alto
  • Hallarse presente
  • Heces fecales
  • Hechos prácticos
  • Hemorragia de sangre
  • Herir los sentimientos
  • Hijo varón
  • Hipotético supuesto
  • Homosexuales y lesbianas
  • Hueco vacío
  • Improvisar sobre la marcha
  • Insistir reiteradamente
  • Interrelacionados entre sí
  • Introducirse dentro
  • Juicio crítico
  • Lapso de tiempo
  • Larga longevidad
  • Legalidad vigente
  • Lleno completo
  • Losa de piedra
  • Madre maternal
  • Macedonia de frutas
  • Mala inquina
  • Mendrugo de pan
  • Medio ambiente
  • Mi amigo personal
  • Miel de abeja
  • Mitades iguales
  • Muertos que fallecieron
  • La mujer alpinista, una mujer alpinista
  • Multa económica
  • Mundo mundial
  • Muy extremo
  • Muy mucho
  • Nexo de unión
  • Obsequio gratuito
  • Olvido involuntario
  • Optimar u optimizar al máximo
  • Otra alternativa
  • Orquesta de música
  • Ojalá dios quiera
  • Panacea universal
  • Par de gemelos
  • Paradigma ejemplar
  • Participación activa
  • Parte integrante
  • Particular idiosincrasia
  • Peluca postiza
  • Perdurar en el tiempo
  • Período/periodo de tiempo
  • Persona humana
  • Pero sin embargo
  • Pleno consenso
  • Portazo a la puerta [dar un]
  • Posición de decúbito
  • Potencialmente peligroso
  • Prefijado de antemano
  • Prever con antelación
  • Primero y único
  • Proyecto de futuro
  • Puño cerrado
Estudiando la redundancia y pleonasmo

Preguntas frecuentes

1) ¿Cómo se usan los pleonasmos para afianzar una idea?

Nos podemos permitir usar los pleonasmos para darle fuerza a una orden, aclarar algo contundentemente, llegar al máximo detalle de un asunto, etc. Esto lo podemos ver en los siguientes ejemplos:

  • Lo vi con mis propios ojos.
  • Entrégale en el acto esta carta en sus propias manos.
  • ¿Cómo pudiste hacerme esto precisamente a mí?
  • A mí, ¿qué más me da todo esto?
  • Me bebí un vaso lleno de agua.
  • Todos eran miembros de una misma familia.
  • ¿Cómo están ustedes?
  • Lo bautizaron en su propia casa.
  • Yo mismo estuve presente.
  • A nosotros no nos corresponde juzgarlo.

2) ¿Cómo podemos disculparnos cuando utilizamos una redundancia?

Muchas veces cuando conversamos reiteramos una idea, ya sea de manera inconsciente o totalmente intencional. Igual sucede cuando estamos escribiendo.

Para evitar que la persona que nos lee o nos escucha sienta que nos hemos equivocado, solemos utilizar la famosa frase “valga la redundancia” y así podemos salir de ese atolladero cada vez que usemos una redundancia o un pleonasmo y nos demos cuenta a tiempo.